Mi alma desnuda
permanece en la penumbra del tormento
se alimenta de anhelos vacíos
pestilentes ya en el recuerdo
sacia su sed del rocío de flores marchitas
olvidadas sobre lapidas
fundidas en dolor y lamentos vanos
Los buitres enmudecen
y observan los azotes de la oscuridad
sobre mi angustia
Ahora palidezco
en un mundo que no tiene significado
ya olvidé el calor entre los que respiran
y me queda el frío
en un mausoleo de espectros
que envilecen mi mente
Perdí la sensación
del hálito de aire de una mañana
Espasmos de mi ansiedad
sacuden mi nauseabundo espíritu
y lo postran ante la vergüenza
Quiero descansar
pensar que me abandona la tortura
recordar que hay sangre de nuevo en mi rostro
inhalando esos mil demonios
que antes me hacían compañía
Indeseable empeño
de ola oscura que eclipsa el mar
empieza a encrespar mi paciencia
abrazaré el ácido de su brisa
sintiendo icor en mi piel
atestaré una apuñalada
secando su vientre
hasta acabar
con la ultima bestia que me atormenta
Entonces descansaré...