Desperté de repente sobre calles
de color mercurio,
en un paisaje que eliminó el
verde de su lenguaje.
Hace frío y siento que es imposible que mi piel respire
la luz de un oculto sol en este
cielo agónico,
veo que esta ciudad abandonó el suelo y sus muertos,
ahogando las nubes en su ruido
supersónico.
No existo como materia en este viaje
¿de qué serviría encontrarte ahora?
igual sé, cuan lejos caí de nuevo en tu búsqueda
en un lugar y un tiempo distante a mis imágenes.
Si tuviera mis piernas y mis manos aquí
estarían congeladas sin tu cálido
refugio.
El último beso de los volcanes palpitantes
y su eterno calor ya no se
recuerda,
el fuselaje de esta urbe aniquila
a cada instante
cada fractal de naturaleza divina.
Hoy no traje nada conmigo a este
éxodo metafísico,
ni siquiera los restos de tu
saliva,
pero si el recuerdo de tu
temperatura
y el abrazo que nunca diste.
Sólo puedo ver torres e
intersecciones concéntricas
de una célula artificial que
olvidó el sentir y la humanidad.
No conocen el olor de una
almendra
ni el sonido de un sollozo y un
grito,
ellos ya no lloran cuando se
detiene un corazón.
Pienso, ¿y si pudiera mostrarles por un segundo
el milagro de tu sonrisa desde mi
recuerdo?
Mientras recorro este interminable logaritmo sin vida
me pregunto, ¿cómo pudieron erradicar la locura,
el caos, el desconsuelo y la
alegría?
¿Que es este cumulo autómata y de vertiginoso ritmo perfecto?
¿Dónde puedo hallar en esta época
inerte
algo parecido a tu mirada tímida y tu voz
serena?
Espero dejar este desierto
metálico
de suspiro electrónico y
configuración arácnida
mimetizado con un cielo siempre
gris,
en el que no existe el
significado del abandono
la soledad y el desamor,
no recuerdan porque llorar, ya no
buscan porque reír.
No se cuantos siglos viajé esta vez,
equivocadamente, lejos de mi alma
y de tu piel,
tratando de encontrarte antes de
tu primera mirada
en nuestro tiempo caótico y lleno
de vida.
Descansaré en un rincón de mi
geometría oculta
para intentar volver por las fauces del tiempo,
al menos al último episodio desafortunado de mi
desilusión.