miércoles, 7 de octubre de 2009

Rosa negra


Solo guardé en mi jardín una rosa negra
protegí sus espinas con la coraza de mi alma
al filo de sus pétalos arranque una melodía
y con su polen melancólico bañe mi esencia

Germinó sin avisarme y respiró su flor
bajo el traje elegante que su muerte le heredó
su silueta irregular con altivez sonreía
cuando la tristeza opacaba mi presencia

Perdí los instantes en que el viento desangraba
llorando sus heridas y palideciendo su rubor
culpable nada mas por un inocente suspiro
y que la rosa castigaba con la sombría muerte

Definitivamente la tome entre mis manos
sin desconfiar de mi temprana suerte
se estremeció mi cuerpo y cambio mi mirada
al sentir fascinado su profundo hechizo

No alcance a tener la misma fortuna que el viento
ni desangre sollozante, ni perdí el color
pero fui condenado a la soledad sigilosa
y a recitar inútilmente la eternidad de la sombría flor.









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